martes, 26 de junio de 2007

7 magnolios, 7 ocasiones

Hay en Valencia un camino de los Magnolios (como lo llamó Ina) que va desde el Parterre, pasando por la Glorieta, y cruzando el río hasta la Alameda. En el Parterre hay uno enorme, el más anciano y grandioso. De pequeños solíamos meternos en el hueco que hay dentro, donde su vientre de maternal magnolia. En la Glorieta hay tres Magnolios más. Dos de ellos igualmente enormes, uno más pequeño. Junto a uno de los Magnolios más grandes, está el parque infantil, con sus columpios, balancines y tortugas con agujeros para entrar y salir. Allí tenemos varias fotos de pequeños, pero en papel, no están, por ahora, escaneadas.
En la Alameda están esos Magnolios maravillosos, tres a un lado, junto a la fuente, uno más pequeño al otro lado, junto al quiosco y la pérgola. Los dos más grandes de todos, cercanos a la fuente, dan la sombra como quien da la bendición. Si hace mucho calor, uno cabe dentro, como en un nido al que regresa. Hay hojas del árbol alrededor, y las flores del magnolio en el suelo, que caen al poco de abrirse. Mi amiga Sonsoles solía caminar alborozada por esa Alameda celebrando que fueran magnolios, magnolios, nolios, olios... Allí, en ese lado de la Alameda, o en el lado del río, cerca de la escalinata, en las barandas de madera, solíamos algunos de los futuros ex-filósofos o ex-artistas juntarnos después de clase, o bien cuando hacíamos novillos, jugando a esto o a lo otro, o dibujando rayuelas en caras, brazos y piernas. Así como un cálculo extraviado de Leibniz o un corolario inútil de Spinoza o un borrón en el pentagrama de Satie, todo ello aderezado con la vista previa del azur en los ojos y previa digestión del bocadillo sin par de calamares impares.
Encuentro estos fragmentos en un cuaderno que escribió el titubeante señor Garcín hace tiempo:
"... por qué no un día descubrir por qué llegamos a ser escribientes de deseos, cantantes de baladas fugitivas, músicos desolados, amantes irónicos, violinistas confusos, payasos descreídos, cocos del desierto, mujeres sangrantes, travestidos ocultos, preciosos derrotados, ratas y ratones del paraíso; (...) por qué no decirlo, que fuimos tan veloces porque queríamos ser los héroes, las heroínas, y que al final, en la última escena, nos esperara el beso, junto a los columpios, bajo la luna, con el magnolio al fondo."
(Valencia, junio de 1981)
... texto al que acompañaban estas citas...
'And there I found myself more truly and more strange' –Wallace Stevens-
'Trust your heart' –The Kinks-




(c) El Cantante Mudo, todos los derechos bajo las sombras inclinadas

martes, 12 de junio de 2007

Valencia ciudad europea del árbol 2007 (1)


Valencia es la ciudad europea del árbol 2007, pero poca gente parece haberse dado por enterada, entre la America's Cup, los fastos verbeneros, la verborrea electoral, los festivales posmodernos, etc. Algunas asociaciones de vecinos de Valencia han realizado actos de apadrinamiento de árboles centenarios, como en el barrio de L' Amistad, donde se apadrinaron olivos centenarios entre la calle Ramón de Campoamor y la calle Justo y Pastor, donde estaba una vieja vaquería, con la colaboración de las personas que habían vivido en el pasado en aquellas casas en torno a los olivos. Así se hizo la ceremonia y festejo de apadrinamiento, entre jóvenes y mayores, con un casi nulo eco mediático por parte de, por ejemplo, los columnistas de guardia. Fue un acto hermoso y sencillo, lleno de alegría y fraternidad.
En Valencia ciudad, ahora que se supone vienen muchos turistas, y para quien quiera admirarlos, hay no pocos magnolios centenarios (son magnolios, en temporada muestran su flor). En el paseo de la Alameda y en la glorieta frente al palacio de justicia y junto a los juzgados, zona de la plaza de la Porta de la Mar, céntricos, posiblemente, están los más fotogénicos y admirables.
Cerca de donde yo vivo, en la esquina de la Calle Milagrosa (qué precioso o necesario nombre para una calle) y la calle Platero Suárez, hay un ficus antiguo (no tanto como los de la Glorieta o la Alameda o el Parterre de los que ya hablaré), un ficus antiquísimo, diría yo, que convive entre el tráfico y los que frecuentan el pequeño parque adyacente, mayores que hablan de sus cosas y niños que juegan a las suyas.
Doy vueltas al árbol canturreando algo que aprendí de Alan Watts, "las palabras no son las cosas, las palabras no son las cosas, abras, abras, osas, osas", y la gente me mira sin entender casi nada y pensando que a este hombre se le ha ido la olla. El árbol es el único ser vivo que, allí, parece entenderme. Si "entender" es la palabra. Puesto que el árbol no necesita entender. Es como cuando llueve. A uno le llueve, le es llovido; el árbol lo percibe así. No tiene que entender o conectarse, porque ya está conectado. Conectado a su ser, a la tierra, plantado y asentado. Se deja abrazar y todo.
(Este verano, de vez en cuando y al azar, haré algunos recitales o pequeñas lecturas o danzas, o simples presencias silenciosas, en torno a algunos árboles antiguos, centenarios o más, como los citados de la Alameda o la Glorieta de Valencia, y algunos otros, incluso los que hay en Cartagena, en fechas y horas que quizá no avise, y deje al azar la presencia o no de cada cual).

(c) El Cantante Mudo, todos los árboles derechos o inclinados, dan sombra.

lunes, 11 de junio de 2007

valencianitblues # 2 (villonesque)


Vienen a visitarme
y quieren algo o no quieren nada
Dicen que estarán aquí y allí
y nunca sé cómo encontrar ese lugar

Pasan cerca de ti y parecen escuchar
Un día están en tu longitud de onda
Al día siguiente ni siquiera emiten

Te dicen que van a hacer la mejor de las obras
Y luego la quemarán y será lo nunca visto
Dos días después de la quema nadie se acuerda
Es lo nunca visto, sin duda

Dicen que quieres algo de ellos
y ellos quieren algo de ti
Pueden ser amables, incluso colmarte de abrazos
El frío que viene después te encuentra viajando en un glaciar

El mundo que vemos dura lo que dura un sms
Dicen que les asalta esa misma sensación
pero me lo dicen por medio de un sms
Me llevo muy bien con el quiosquero y la estanquera

Dicen que les diga ya lo que pienso, rápido
Que tienen planes y yo podría entrar en ellos
Cuando estoy a punto de encontrar las palabras
ya han desaparecido en el tráfico de almas

Dicen que por favor les haga reír
Yo puedo ser el perfecto clown
El número salió bien, todos rieron
A nadie le gusta vivir en una cámara lenta

Dicen que parezco extranjero, lo soy
Me gusta mirar a la gente que juega en el cauce del río
Al baseball, al futbol, los que cenan, bailan y hablan

Dicen que mis juegos son otros, que acepto las reglas o abandono
Me gusta recibir postales de faros y castillos
Me gusta cuando me llaman de fuera y los siento dentro

Dicen que hoy eres lo que hace latir su corazón
y te dejan con el postre en los labios
Te piden que esperes, que pronto serás el primero
¿Quién quiere ser el primero de los últimos?

Hablan sin parar mientras la belleza gira ante ellos
Hablan de la belleza sin verla
Se quedan un momento para mirar cómo brillas
Luego se van corriendo porque el tiempo es oro
y ya no quieren bisutería

Dicen que no te mires tanto el ombligo
Lo dicen sin dejar de mirar el suyo
Si la vieja carretera está cerrada, cogen la autopista
Qué más da un árbol menos, una senda que no lleva a ninguna parte
No tengo tiempo para el que no tiene tiempo

Se fían mucho de lo que dicen los terceros
Los terceros dicen muchas cosas, no paran de contar
Son muy importantes porque saben de unos y de otros
Pero son los terceros, hay que contar hasta tres
para que valgan algo

Llegó un telegrama a la hora de cenar
Hablaba de dar tiempo al tiempo
Quería una respuesta inmediata
y le di al cartero una rosa y un cuchillo

Reciben regalos y ofrendas, dicen aquí me los den
No son valientes, pero son ruidosos
No agradecen nada que no les haga sentir importantes
El miedo puede con el interés,
el interés no puede con el orgullo

Harán grandes cosas en pequeños lugares
Los lugares seguirán siendo pequeños
Tan modernos, se hacen viejos antes del minuto de gloria
Viven en la ciudad que más vale y que menos importa.

Yo tengo el equipaje a la vista.


(c) El Cantante Mudo. Los derechos tienen su encanto al inclinarse, escrituras 19-78

domingo, 10 de junio de 2007

categorías, etiquetas, definiciones...


"... Cómo las grandes ideas -democracia, moral, etcétera; fascismo, poderío, etcétera- no sólo condicionan la circunstancia inmediata del hombre, sino que lo inducen a escamotearla, a sacrificar el pequeño círculo al grande. Cuando se piensa en la Música, malo para las pobres músicas. (...) Si te privas del solaz del valle, de su tierna frescura, ¿con que subirás a la cima? Y además, cuando se está en la cima, ¿qué queda por mirar sino el valle?. Porque el cielo, al rato, es una lata. Hay que volver la vista al valle. Si de algo sirve el valle es para estimular el ascenso a la cima; si de algo sirve la cima, es para escoger, ahora que todo está a la vista, lo que verdaderamente importa del valle (...) Ya que de música se habló, lo que a ti o a mí nos guste del folk -no completo la palabra porque está apestada-, los dignos músicos menores, los productos de una hora feliz la improvisación guardada por la cera, el timbre de una voz, el recuerdo de un 'chanty' oído en la toldilla, entre estrellas (...) un menudo inventario de élitros, de pausas, de miradas, de un negro espiritual silbado cantando por un arroyo, de sabores, de frases Colette o Nathalia Crane; de nombres, de gestos, de versos sueltos, y el azul de cejas puras, y todo lo que segundo a segundo sostiene la vida..."
(Julio Cortázar)

"We all play folk music"
(Thelonious Monk)

En la prensa escrita, en los medios de comunicación, en los sitios de internet, en los lugares de los conciertos, en las charlas entre amigos o gente que conoces, la pregunta suele ser ¿qué tipo de música haces? al igual que podría preguntarse lo mismo sobre la que escuchas, y esa pregunta extenderse a la pintura, a la poesía, al cine, a lo cotidiano... Cuando no sabes qué responder ¿es esa buena señal? Yo creo que sí. Nos quieren y nos queremos encasillar, dentro de etiquetas, categorías, definiciones... La vida, y por tanto, la vida artística funciona por medio de esos clichés. Es un alivio, pues, que no sepas qué responder, pues lo que haces es lo que haces y nada más.
La llamada Industria, y algunos medios de comunicación, con la sintonía y permisividad de los artistas, inventan nuevas etiquetas y clasificaciones, definiciones y estilos, que no son tales, pues disfrazan los mismos viejos y eternos acordes y armonías, plantillas y estructuras móviles, en algo delimitado que disfraza su procedencia para hacerlo nuevo, con la coartada del "sonido", sea cual sea el estilo. Y se inventan bonitas tonterías tales como alt-country, indie-rock o indie-lo que sea (vade retro), hardcore, emocore, post-folk y majaderías por el estilo, para hablar de la música popular que en forma acústica y eléctrica procede de las músicas tradicionales y populares de todo el mundo, del folk, la música afroamericana, etc. ¿Qué es "pop"? Nadie lo sabe. Se supone que procede de "popular", pero, a estas alturas... carece de significado, de ahí las etiquetas. Hay un mundo endogámico ajeno a la gente de a pie (en caso de que vayan andando) en que los músicos y otros artistas hablan de sus estilos como si fueran únicos y ajenos a los otros estilos, y además originales. Viven en compartimientos estancos donde "lo otro" es una cosa rara que no tiene que ver con "lo de ellos", y sólo se relacionan con los que hablan "su lenguaje" -aunque no se entienda cuál es-... Desde que la música, hace tiempo, pero especialmente hace tres décadas, se convirtió en un producto de consumo, uno tiene que ir al supermercado y dirigirse a la sección correspondiente. A veces uno sospecha que los medios -o los de en medio-, y los intermediarios, que son muy listos, sobreviven gracias a ello... Y desde luego los que venden, los que llevan el negocio, nunca te podrán decir que todo, en realidad, no es más que música folk, con diferentes sonoridades...
Encuentro a gente maravillosa por ahí, en la vida real y en esa que algunos creen menos real por generarse en el mundo virtual de internet, que con suma gracia y talento, simplemente colocan las etiquetas "por decir algo" y en el fondo muestran que lo que hacen es el fruto de años y años de cosas que ya se han hecho y han dejado que se impregnara en sus pieles con formas de expresión diferentes, aportando su grano de arena, su espacio en el valle, su hora feliz, su pausa, su mirada, su sabor, su azul de cejas puras, y le simporta un bledo, en el fondo, cómo se defina eso... Hacen cosas, eso es todo. Todo es hacer cosas.

On et safinde... oh... el lema del Cantante Mudo...

viernes, 8 de junio de 2007

CROMOS


CROMOS. Rafael Camarasa Bravo. Editorial Denes. Colección Calabria. Poesía. 2007.

Se ha editado el libro de Rafael Camarasa "Cromos", obra ganadora del VI Premio Paiporta de Creación Poética."Mágica arquitectura la de esa pequeña pirámide de manzanas que en la tienda de frutas, como una mancha de sangre, me recuerda la sencillez de cosas que olvidaré al doblar la esquina".
Rafa Camarasa sigue escribiendo, cada vez mejor, profundizando en ese estilo de poema en prosa, que detiene el tiempo por un momento, a la manera de Chejov o Carver, a la manera también de Kaurismaki o Hopper, al fin, y al principio, a su manera, pues su estilo es ya marca de la casa. Esa casa que tiene piernas, o ruedas, y ojos, y que observa lo que pasa, lo que está pasando (es decir, yéndose) y podría pasar de nuevo.
De ahí que sus poemas, como sus relatos, o sus instantáneas, pues algo hay de fotógrafo a la manera de Cartier, atrapa el momento que se escapa, la noticia inesperada o sobrecogedora, el pequeño momento de amor o sufrimiento o simple transcurrir de las vidas de cada cual, y las retiene por un instante, como a un pequeño pájaro, al que luego dejar volar, pues nunca la mano podrá quedarse cerrada mucho tiempo.
Colecciona Rafa Camarasa álbum de cromos, cada cromo un poema escrito o pensado, algo que contar o dejar que se cuente, y nos lo deja en el kiosko más cercano, ese que no vende más colecciones que aquellas que no tienen precio ni se pueden pedir a otro lado que no sea a cada instante fugaz de nuestra realidad.
Lo que hay, de eso va todo.
La otra noche estaba viendo la película "Corazones Solitarios" que inspiró a Rafa Camarasa el título de uno de sus libros anteriores. Una película en blanco y negro con Monty Clift, Robert Ryan y Mirna Loy, entre otros, donde todo sucede a un extraño ritmo que podría ser el ritmo de nuestra realidad ajena a lo que quieren que creamos que es o a cómo quieren que la percibamos. Comprendí la afinidad de Rafa con esa película y con otras tantas otras manifestaciones de aquello que no es más que lo que es.
Sienta muy bien coleccionar estos "Cromos" de Rafa Camarasa. Tanto como pegados están en el libro se pegan a ti, y no son molestos. Es un aroma que te impregna; algo que se queda por unos momentos y luego se va. Y más tarde viene de nuevo.


http://http://www.aytopaiporta.es/?go=jN7uAYLx/oIJaWVSCahXGsn808BDaboTGJCgcLvmkkqlAcsu270gNYopPaJg6zgkHSI=


(c) El Cantante Mudo, todos los cromos pegados.

martes, 5 de junio de 2007

Matisse 1 junio 2007







Presentación del disco de Fernando Garcín: Tiempo y Detalles. El disco libro "Tiempo y Detalles" se presentó el pasado día 1 de junio viernes, en la sala Matisse, con gran deleite de público y músicos.

Matisse, Valencia, 1/6/07

Garcín, Carlos Carrasco y Raquel G. Fas:

1. A vista de pájaro (texto y voz: Fernando Garcín; guitarra y armónica: Carlos)
2. A Woman (texto y voz. Fernando Garcin; Raquel: voz; guitarra y armónica: Carlos)

Massa Feeling:

1. Mami (J. Peña)
2. Jeico (M. Crespo)
3. Pati pa ti (J. Peña)
4. Rio Funk (Lee Ritenour)

5. El niño Impermeable (texto y voz: Fernando Garcín)
6. The Second Rain (texto y voz: Fernando Garcín)
7. Haz caso sólo a los Paréntesis (texto y voz: Fernando Garcín + Raquel García Fas: voz)

(Massa Feeling son: Maribel Crespo: teclados; Paco Romeu: saxo, flauta; Javier Peña: bajo, guitarra; Jesus Correcher: guitarra; Pepe Monfort: batería. )

Jesús Maestro, Raquel García Fas + Javier Peña y Pepe Monfort de Massa Feeling:

1. Time and Details

(Jesús Maestro: guitarra eléctrica; Fernando Garcín: voz; Raquel García Fas: coros; Javier Peña: bajo; Pepe Monfort: batería.)

La Gran Esperanza Blanca:

1. Tu cuchillada
2. Moon River (Henry Mancini)
3. Catfish (Bob Dylan/Cisco Fran)
4. Corrido de boxeo

5. La mejor hora (texto y voz: Fernando Garcín)
6. En un abrazo (texto y voz: Fernando Garcín)
7. Lucky Bar (texto y voz: Fernando Garcín)
8. Hay días raros (texto y voz: Fernando Garcín)

LGEB son: Cisco Fran (voz, guitarra acústica y armónica), Fede Ferocce (voz, guitarra acústica) y Chuso Al (voz y batería)
5, 6 y 7 voz: Fernando Garcín y coros a cargo de Raquel García Fas
8 voz: Fernando Garcín; coros Raquel García Fas, armónica tocada por Carlos Carrasco, aportaciones e improvisaciones vocales de Cisco Fran.

El resto es ebriedad, embelesamiento, abrazos, cansancio, tropezones, filmaciones, fotografías, sonrisas, las cosas que valen la pena, esas que se van por las ramas, por las ramas del detalle.

Fotografías: Ina

(c) Todos los derechos hoy, estarán sentados mañana. El Cantante Mudo, escrituras, 13, 69.