EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO
Procura que el abrazo te pille siempre dentro. Cinco minutos antes ese consejo cruza mi cabeza y pienso que una cafetería puede ser un abrazo, porque parece que a todos nos ha pillado dentro del Ficciones Café esta noche. El odio se amortigua detrás de la ventana, me recuerda Miguel Hernández, invocado por la asociación cultural Diván para todos los actos de este año. Ven que te cuente, ciclo de cuentos, Fernando Garcín sale del pequeño escenario para repartir canicas entre el público y comienza a leer su primer microrrelato, Canicas: instrucciones de uso. 1, dice él, no tienen instrucciones de uso… Sin prisas, sin moldes, llega la feliz historia de Hollywood. A continuación los músicos suben a encontrarse con Fernando. A la guitarra eléctrica Álvaro Caballero, y al cajón Álex Martínez. Forman parte de Los últimos bañistas, un grupo de pop que suena igual de bien que su nombre (de origen poético). Lo demuestran desde el primer momento mientras acompañan a Garcín en El fumador sonámbulo, el último microrrelato de la noche. Pero justo antes ha leído un poema advirtiéndonos de él mismo:
Asfalto húmedo
La moto hace un extraño
El extraño soy yo…
Y suenan los primeros acordes del clásico Lucky Bar y luego llega La Mejor Hora. Las canciones habladas, el spoken word, el cuidado en la intención de las palabras mezclado con la música, empiezan a abrirse paso entre los asistentes. Por cierto, hay humo y la gente bebe, y en la pantalla del fondo están proyectándose los videoclips del artista. El tercero de los poetemas es Vanina Vanini (atención cinéfilos), estrenado para la ocasión. De pronto con Rey Escarlata se inicia una canción que aumenta su ritmo hasta volverse loca, como el mundo que dulce y surrealista se describe con versos como Esta noche los guerreros patinan en los parques o Cenicienta libera mariposas en las togas de los jueces. Fernando Garcín se ha empleado a fondo y el ambiente lo percibe. Ahora es el turno de otro tema nuevo, Mi guardapolvo gris, entrañable y pegadizo. Para finalizar con las canciones, Hay días raros es la encargada de poner el punto final, dejando todo patas arriba con afirmaciones como Las estaciones se paran en los trenes o El rodaje ha terminado / pero los actores siguen con su interpretación / Nadie dice “corten”. Y así, entre aplausos, Álvaro y Álex se despiden, Fernando Garcín también, a su modo, con un poema que es un guiño a la complicidad:
EL MONSTRUO
Cada vez que cierro el libro
con el monstruo dentro
la niña se ríe alborozada
y yo grito “hemos aplastado al monstruo!”
Lo que ella no puede saber
es que cada vez cierro el libro con más fuerza
y que he llegado a sentir
por un momento que en verdad
habíamos aplastado al monstruo.
Una velada redonda en un local redondo. Ficciones Café es uno de los rincones más acogedores de Cartagena, donde se puede degustar té, alcohol y buena música al mismo tiempo que disfrutar de las exposiciones que sus paredes nos ofrecen con asiduidad. Lleno de buena gente y detalles, la literatura también tiene su espacio en una maleta donde cualquiera puede hacerse con un libro dejando uno a cambio. Además de las películas de autor que se alquilan, pueden comprarse pósteres de películas y libros especializados en cine. Si a todo esto añadimos un pequeño escenario para actuaciones, ¿qué más se puede pedir?
José Alcaraz, poeta y coordinador del ciclo “Ven que te cuente”
(fotos: Ina Guillén)
FICCIONES CAFÉ. Cartagena. c/ Canigó, 30. Un café-bar diferente con videoteca del mejor cine independiente, proyecciones, intercambio de libros, café-teatro, exposiciones y recitales.